Solo llevo tres años viviendo en Yogyakarta, pero podría decir que esta ciudad es mi hogar. Ha conseguido algo muy difícil: no perder su encanto local a pesar de estar en plena transformación y de que cada día aparecen nuevos centros comerciales por todos los rincones. Yogyakarta es tu ciudad busques lo que busques: escapadas culturales y aventuras históricas o una cocina que ponga a prueba tus papilas gustativas. No lo pienses más y prueba todo lo que tiene para ofrecerte.
No lo pienses más y prueba todo lo que tiene para ofrecerte
No hay mejor sitio para empezar el día que Warung Kopi Klotok: disfrutarás de unas vistas espectaculares mientras tomas café y, además, sirven comida Jogja auténtica. Si tienes suerte y no hay mucho ruido, tal vez llegues a escuchar el sonido de los gamelan (instrumentos musicales tradicionales de Java) procedente de los campos de arroz. Después descubre la historia de la ciudad en Ulen Santalu.
Lo siguiente es, primero, admirar la decoración retrochic de Kafe 80’s Bocor Alus y, a continuación, devorar su sabroso menú de mediodía. Hay otro sitio más que adoro cuando se trata de probar la cocina local con estilo: LOKAL. Por la tarde puedes seguir paseando y, si tienes ganas de admirar unas vistas impresionantes, Tugu y Bukit Bintang son parada obligatoria. A estas alturas te vendrá genial una dosis de cafeína del Filosofi Kopi. Mi favorito es kopi tiwus... no hay palabras que describan lo rico que está.
...si tienes ganas de admirar unas vistas impresionantes, Tugu y Bukit Bintang son parada obligatoria.
Viaja en el tiempo visitando Pasar Kaki Langit (o mercado Skyline). Recorre el laberinto de los antiguos puestos del mercado donde los comerciantes todavía utilizan antiguas monedas javanesas y después admira el amanecer que surge en el horizonte; aunque el mercado solo abre de 5 a 9 de la mañana, el madrugón sin duda merece la pena.